Los problemas del siglo XXI son globales y complejos. Éstos deben abordarse científicamente, a través de un enfoque transdisciplinar. Esto implica adoptar una visión holística, y requiere adaptarse a las nuevas circunstancias, ser capaz de adquirir nuevos conocimientos y habilidades, y buscar soluciones creativas en aras de la sostenibilidad